domingo, 17 de agosto de 2008

Grasa abdominal materna, ligada a riesgo de defectos congénitos

NUEVA YORK (Reuters Health) - Las mujeres con obesidad antes de quedar embarazadas correrían más riesgo de tener un bebé con defectos congénitos cerebrales y medulares, especialmente si el sobrepeso se concentra alrededor de la cintura, reveló un estudio del grupo benéfico March of Dimes.
Sin embargo, el índice de masa corporal (IMC) de una mujer antes de concebir no tuvo relación con sus posibilidades detener un hijo con ciertos tipos de malformación cardíaca, hallaron los doctores Gary M. Shaw y Susan Carmichael, del Instituto de Investigación del Hospital de Niños de Oakland.
Investigaciones previas relacionaron la obesidad materna con una serie de defectos de nacimiento, especialmente los del tubo neural, que son malformaciones del cerebro y la médula espinal, señalaron Shaw y Carmichael en la revista Epidemiology.
Los defectos más comunes del tubo neural son la espina bífida, en la cual la médula no logra cerrarse completamentedurante el crecimiento fetal, y la anencefalia, en la que parte o todo el cerebro no se desarrolla.
Para analizar la relación entre la obesidad y otros factores vinculados con el peso en el riesgo de padecer esos u otros defectos congénitos, los investigadores observaron a 700 mujeres que dieron a luz a niños saludables y 659 que tuvieron niños con espina bífida, anencefalia y un tipo de malformación cardíaca llamado transposición de grandes arterias.
Los niños con problemas también tenían otro defecto del corazón denominado tetralogía de Fallot.
El IMC es una medición del peso en relación con la altura que determina el nivel de sobrepeso. Las cifras por encima de 30 puntos indican obesidad.
No hubo relación entre el IMC antes del embarazo y ninguno de los defectos cardíacos.
En tanto, las mujeres con IMC de 30 o más eran un 60 porciento más propensas a tener un hijo con anencefalia y un 40 por ciento más proclives a dar a luz un bebé con espina bífida que sus pares más delgadas.
Asimismo, los bebés nacidos de madres que dijeron que habían aumentado de peso alrededor de la cintura en lugar de sus caderas eran 2,4 veces más propensos a tener anencefalia y tenían 1,8 veces más riesgo de padecer espina bífida.
El incremento de peso abdominal jugaría un papel importante en el desarrollo de diabetes tipo 2, indicaron los autores.
"Por lo tanto, estos resultados ofrecerían un indicio sobre los mecanismos subyacentes que vinculan la obesidad con el riesgo de defectos congénitos en los hijos, dado que la diabetes clínica también es un factor de riesgo de las malformaciones de nacimiento", concluyeron los expertos.

Fuente: EcoDiario.es - 28/07/2008

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