martes, 12 de agosto de 2008

Eurotaxis para todos

Puri Moreno, escritora - 08/08/2008

Es para alucinar en colores, y no en positivo, precisamente, la noticia que publicó el diario Información en su edición del domingo 3 de agosto. Desde luego es lamentable que los 6 taxis adaptados para su uso por parte de las personas con discapacidad de la ciudad de Alicante aún no hayan recibido las subvenciones que le corresponden del Consell para la adecuación de los vehículos, y más cuando se sabe que en Elche y Benidorm ya han cobrado dicha ayuda al depender ésta de los ayuntamientos. Parece mentira que la Conselleria de Infraestructuras y Transportes esté dilatando tanto la concesión de unas ayudas que no son una nimiedad.
El coste medio de la adaptación de un taxi para su uso por personas con movilidad reducida es de 10.000 euros, con lo que el gasto medio de adquisición de un vehículo de este tipo es justo el doble que el de un taxi normal. Y a todo ello hay que sumar que luego no son rentables porque el alto precio de las carreras frena a los usuarios a la hora de cogerlos. Y aquí cabe preguntarse, ¿para qué crea el Ayuntamiento de Alicante el bonotaxi, si luego le pone una renta tope que casi todo el mundo supera por el tope tan bajo exigido? ¿Es que piensan que la cantidad que se cobra de las pensiones por discapacidad da para muchos gastos extras? Pues si eso es así, no pueden estar más alejados de la realidad y del agravante que para estas pensiones supone la actual coyuntura económica.
No pueden estar más alejados de la realidad de los problemas de los discapacitados. Alicante es una ciudad preciosa, capital de provincia y destino turístico de miles de personas durante todo el año, y sus habitantes y sus visitantes con discapacidad y movilidad reducida han de tener acceso total y barato a los medios de transporte público, porque es un derecho y es una necesidad, tanto por la economía como por la comodidad que su uso proporciona.
Las concejalías de Transportes de Elche y Benidorm así lo han entendido y han brindado a sus ciudadanos y visitantes la subvención para la adaptación de un servicio que les va a facilitar en la medida de lo posible la odisea del desplazamiento con una discapacidad que condiciona el día a día de una forma que sólo quien la padece (padecemos) lo sabe (sabemos).
Y así deberían entenderlo el Consell y el Ayuntamiento de Alicante. Porque los grandes eventos están muy bien, sí, pero las necesidades de las personas han de estar siempre por encima de cualquier carrera, regata o festival. El sufrimiento y las dificultades de una persona con discapacidad han de ser priorizados por encima de cualquier gran evento. ¿Afirmación utópica? No. Realidad real.

Artículo publicado en el diario Información.

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